No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como siquiera yo soy del mundo.En este pasaje del Evangelio, Jesús resucitado se aparece a sus discípulos y les envía el Espíritu Santo. Les da el poder de perdonar los pecados y les encomienda la representación de continuar su obra en el mundo.Ese es el